La mano está formada por 27 huesos en total, que se dividen en tres segmentos principales: el carpo, el metacarpo y los falanges.
El carpo es la parte de la muñeca y está compuesto por ocho huesos pequeños que se agrupan en dos filas. Estos huesos son: el escafoides, el semilunar, el piramidal, el pisiforme, el trapecio, el trapecioide, el grande y el ganchoso.
El metacarpo es la parte media de la mano y está conformado por cinco huesos largos llamados metacarpianos. Los metacarpianos se numeran del uno al cinco, empezando por el pulgar. Estos huesos están conectados a los huesos del carpo en la muñeca y a las falanges de los dedos.
Finalmente, los dedos de la mano están formados por 14 falanges. Cada dedo tiene tres falanges, excepto el pulgar que tiene solo dos. Estas falanges se denominan falange distal, falange media y falange proximal. La unión de estas falanges forma las articulaciones de los dedos.
En resumen, la mano está compuesta por ocho huesos del carpo, cinco metacarpianos y 14 falanges, lo que da un total de 27 huesos. La disposición de estos huesos permite un amplio rango de movimientos y destreza en las manos para actividades como agarrar, manipular objetos y realizar acciones finas.
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